Nuestras cajas para ostras se fabrican con madera certificada PEFC, lo que garantiza la protección y la gestión sostenible de nuestros bosques.
Ostras GEAY está comprometida ambiental y socialmente con la distribución de productos del mar,
mediante la obtención de las etiquetas de calidad ASC, BIO, Marennes Oléron y Label Rouge.
Hay muchas maneras de reciclar nuestras conchas, como fabricar monturas de gafas, trajes de surf, exfoliantes, pinturas para carreteras, complementos alimenticios o abonos gracias a sus oligoelementos...
Pero también nuestros cuchillos de ostras 100% franceses, fabricados en un 70% con conchas de ostras, y nuestros jabones exfoliantes, que encontrará en nuestra tienda en línea.
Todas nuestras bolsas de ostras usadas se reciclan por completo: algunas se funden para fabricar bolsas nuevas.
También hemos decidido dar una segunda vida a estas bolsas, conservando su aspecto original. Así que hemos desarrollado una gama de cestas con la asociación ecologista Écho-mer y un ESAT (establecimiento y servicio de ayuda para el trabajo).
Las bolsas son fundidas y mezcladas con nuestras conchas de ostra por una empresa que fabrica losas hexagonales que sólo hay que ensamblar para formar una plaza de aparcamiento en menos de 2 horas.
Además, a diferencia de los espacios de asfalto u hormigón, estas losas drenantes permiten que el agua se infiltre suavemente en el suelo.
Chaque semaine, nous effectuons des contrôles et analyses de nos huîtres afin de nous assurer de leur qualité et ainsi vous offrir d’excellents produits de la mer.
Également, un laboratoire spécialisé en surveillance environnementale et sanitaire du monde marin intervient régulièrement pour prélever, analyser et mesurer les eaux marines et littorales. Cela permet de s’assurer de la conformité des huîtres GEAY et garantir la sécurité sanitaire de nos consommateurs.
Durante el proceso de ostricultura, hay que enfriar el agua para purificar las ostras. Esto significa que necesitamos mucha energía, y por eso hemos instalado paneles solares en muchos de los tejados de nuestros criaderos de ostras. El autoconsumo que consiguen nuestras bombas de calor nos permite limitar nuestras necesidades energéticas y, por tanto, reducir nuestro impacto en el planeta.